Sociedad Geológica del Perú

… Nosotros sí

EL AGUA NO TIENE PROBLEMAS

 

La cantidad de agua que existe en el planeta en que vivimos, es la misma desde que la Tierra se formó, hace aproximadamente 4500 millones de años. Así ocurre, porque el agua forma parte de un ciclo, no hay pérdidas, no se destruye, sólo se transforma, dijo para Geonoticias, el Dr. José Macharé Ordóñez, Director del Instituto Científico del Agua (ICA)

La lluvia cae sobre casi todo el planeta. Llueve mucho sobre los océanos –algo que no siempre se sabe– y precipita sobre los continentes en forma líquida o sólida, como agua o nieve.

 

 

Las precipitaciones líquidas van a alimentar los lagos y luego los ríos, mientras que el agua sólida reside un tiempo en los glaciares en forma de hielo que luego se derrite y va también a alimentar los ríos. Además, “no olvidar que hay una buena cantidad de agua que no vemos, que es la que se infiltra y que va a discurrir de manera un poco más lenta que la de superficie, porque circula a través de la porosidad de las rocas”.

El gran reservorio natural es el océano. En el ciclo mayor del agua, toda ella vuelve allí. El océano alberga el 96.5% del agua del planeta; si se le suma el resto de agua salada (lagos u otros), llega a 97.5% y sólo el 2,5% es agua dulce total, cuya mayor parte (68.7%) se encuentra en los glaciares continentales y casquetes de hielo, mientras que un 30.1% corresponde a agua subterránea. Eso nos deja solo el 1.2% restante de agua dulce cerca de la superficie: en permafrost, lagos, ríos, organismos animales y vegetales y solo un 3% de ello en la atmósfera.

 

El hombre interviene en el ciclo del agua, convirtiéndose progresivamente en un agente geológico. “Por ejemplo, para retener agua construimos reservorios, hacemos represas; también para utilizarla en la generación de energía o en el riego”.

 

“El agua subterránea es una gran fuente de agua y por eso deberíamos enfocarnos en ella y conocer mejor dicho recurso: cuánto tenemos, dónde y de qué calidad.

… el agua disponible se va a reducir

En el ciclo simple del agua, ésta se evapora, se convierte en nube, se condensa, luego precipita y una parte se va a la superficie, y otra se infiltra. Pero el ciclo real es algo más complejo porque la evaporación se produce a diferentes temperaturas, sea de los océanos, desde los lagos, de los suelos, de las plantas o animales. “Cuando se evapora directamente de los glaciares se llama sublimación, porque pasa de hielo a vapor; la evaporación de las plantas se llama sudoración; nuestra agua se evapora y permanentemente está subiendo a la atmósfera”.

Del volumen que se evapora de los océanos, el 90% precipita sobre ellos mismos. El otro  10% reside temporalmente en la atmósfera y precipita luego sobre los continentes como un 65% adicional a lo que se evapora en los continentes. Al final, dicho adicional retorna al océano por el escurrimiento superficial y subterráneo.

El principal problema para el hombre es el cambio climático, por el calentamiento global. “El calentamiento global modifica los patrones del clima, y por lo tanto los patrones de precipitación. No afecta la cantidad de agua, pero sí su distribución en el tiempo y el espacio.

En el Perú lo observamos en varias ciudades de la sierra. Antes empezaba a llover parejo tres meses desde el 15 de diciembre, hasta el 30 de marzo, ahora las lluvias llegan más temprano o más tarde; y en lugar de llover diariamente, llueve mucho unos días y otros no; se producen desbordes. “Entonces no hay cómo manejar el ciclo del agua como se hacía antes”.

En la sierra peruana, acostumbrábamos tener unos cuatro meses parejos de lluvia, entre mitad de diciembre y mitad de abril. Pero ahora, nos sorprenden atrasos o adelantos del inicio de la temporada, o alternancia de días secos con otros de precipitaciones intensas que causan desbordes. Este escaso conocimiento impide una gestión adecuada con acciones de control y protección.

… se nos mueren los glaciares

De otro lado, el calentamiento global está derritiendo los glaciares. “La función de los glaciares es ser una esponja, que recibe la precipitación en forma de nieve, se compacta, se forma hielo, y la retiene (la guarda) durante buen tiempo”. De este modo, cuando termina la temporada de lluvias de verano, en la época seca (abril a diciembre), el derretimiento de nuestro amigo el glaciar, provee de agua a los ríos y lagunas, así como genera mayor infiltración.

“Cuanto más amplio es el glaciar, refleja más la energía del Sol y por lo tanto se calienta menos, es más frío y retiene mejor el hielo. Conforme va perdiendo amplitud por derretimiento, va muriendo. Algunos ya han muerto y se sabe que otros morirán en 20 o 30 años porque se siguen derritiendo”.

Si no hay glaciares, todo lo que llueve discurre: no se guarda ni se retiene, y en la época seca, no hay agua para consumo. El agua no desaparece, está en el ciclo, sólo que no está disponible para el ser humano.

 

Gestión del futuro hídrico del Perú

La Autoridad Nacional del Agua (ANA) es la autoridad estatal responsable de gestionar el agua y además hay algunos centros de investigación.

“Pero el agua es un tema totalmente transversal. Por ello está la crítica a que solamente haya una institución como la ANA, que depende del Ministerio de Agricultura, para hacer dicha gestión, porque siempre puede sesgar las cosas. Por ejemplo, se han generado normas sobre el concepto erróneo que el agua nace en las cabeceras de cuencas. Esa visión tiene claros sesgos ideológicos”.

El Instituto Científico del Agua va a hacer un estudio sobre cuánto  es el agua que toman y cuánta la que devuelven las grandes operaciones mineras. Muchas veces devuelven más, por las obras de reforestación que hacen. Con ese objetivo nos hemos reunido con el anterior ministro de Energía y Minas y con el Viceministro Augusto Cauti. Vamos a firmar un convenio con el MINEM para hacer ese estudio.

… los reservorios son la solución

“Por tanto, desde ahora hay que empezar a construir obras que reemplacen en parte la tarea de los glaciares”. Los reservorios son indispensables y pueden tener más de una función, no solo como reguladores del agua en el tiempo, sino también generando infiltración hacia los acuíferos y, en ocasiones, para la generación hidroeléctrica. Pero, no debemos esperar la desaparición de nuestros glaciares para empezar. Podría ser demasiado tarde.